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Mi ROCA es Jesucristo

PORQUE no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron la mar;   Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar;  Y todos comieron la misma vianda espiritual;  Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la piedra espiritual que los seguía, y la piedra era Cristo:
I Corintios10:1-4

Tomó luego Samuel una piedra, y púsola entre Mizpa y Sen, y púsole por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.  I Samuel 7:12

El Dios de Israel ha dicho, hablóme el Fuerte de Israel: El señoreador de los hombres será justo, señoreador en temor de Dios.  II Samuel 23:3

No hay santo como Jehová: porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay refugio como el Dios nuestro.  I Samuel 2:2

Y acordábanse que Dios era su refugio, y el Dios Alto su redentor.  Salmos 78:35

Porque te olvidaste del Dios de tu salud, y no te acordaste de la roca de tu fortaleza; por tanto plantarás plantas hermosas, y sembrarás sarmiento extraño.  Isaías 17:10

2,3 Y dijo: Jehová es mi roca, y mi fortaleza, y mi libertador;   Dios de mi roca, en él confiaré: mi escudo, y el cuerno de mi salud, mi fortaleza, y mi refugio; mi salvador, que me librarás de violencia. 
31 Dios, perfecto su camino: la palabra de Jehová purificada, escudo es de todos los que en él esperan. Porque ¿qué Dios hay sino Jehová? ¿ó quién es fuerte sino nuestro Dios?   Dios es el que con virtud me corrobora, y el que despeja mi camino;   El que hace mis pies como de ciervas, y el que me asienta en mis alturas; 
47  Viva Jehová, y sea bendita mi roca; sea ensalzado el Dios, la roca de mi salvamento:   El Dios que me ha vengado, y sujeta los pueblos debajo de mí; 
Y que me saca de entre mis enemigos: tú me sacaste en alto de entre los que se levantaron contra mí: librásteme del varón de iniquidades. 
Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová, y cantaré á tu nombre. El que engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia á su ungido, á David, y á su simiente, para siempre . 

II Samuel 22:2, 3, 31-34, 47-51.

Porque el nombre de Jehová invocaré: engrandeced á nuestro Dios.   El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud: Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él: es justo y recto….Y engrosó Jeshurun, y tiró coces: engordástete, engrosástete, cubrístete: y dejó al Dios que le hizo, y menospreció la Roca de su salud…. De la Roca que te crió te olvidaste: te has olvidado del Dios tu criador….Que la roca de ellos no es como nuestra Roca: y nuestros enemigos sean de ello jueces. Deuteronomio 32:3,4,15,18,31

VENID, celebremos alegremente á Jehová: cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud. Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; aclamémosle con cánticos.   Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.  Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.  Suya también la mar, pues él la hizo; y sus manos formaron la seca.   Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.   Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,   No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masa en el desierto;  Donde me tentaron vuestros padres, probáronme, y vieron mi obra.   Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.  Por tanto juré en mi furor que no entrarían en mi reposo.  Salmos 95

Vosotros tendréis canción, como en noche en que se celebra pascua; y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel.   Y Jehová hará oir su voz potente, y hará ver el descender de su brazo, con furor de rostro, y llama de fuego consumidor; con dispersión, con avenida, y piedra de granizo. Isaías 30:29,30

Mi Liberacion

OYE, oh Dios, mi clamor; á mi oración atiende.  Desde el cabo de la tierra clamaré á ti, cuando mi corazón desmayare: á la peña más alta que yo me conduzcas. Porque tú has sido mi refugio, y torre de fortaleza delante del enemigo.  Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre: estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.  Salmos 61:1-4

EN ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo confuso para siempre.  Hazme escapar, y líbrame en tu justicia: inclina tu oído y sálvame.   Séme por peña de estancia, adonde recurra yo continuamente: mandado has que yo sea salvo; porque tú eres mi roca, y mi fortaleza.  Salmos 71:1-3

EN ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre: líbrame en tu justicia.   Inclina á mí tu oído, líbrame presto; séme por roca de fortaleza , por casa fuerte para salvarme.  Porque tú eres mi roca y mi castillo; y por tu nombre me guiarás, y me encaminarás.  Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.  En tu mano encomiendo mi espíritu: tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. Salmos 31:1-5

A TI clamaré, oh Jehová, fortaleza mía: no te desentiendas de mí; porque no sea yo, dejándome tú, semejante á los que descienden al sepulcro.   Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti, cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.  Salmos 28:1,2

A TI clamaré, oh Jehová, fortaleza mía: no te desentiendas de mí; porque no sea yo, dejándome tú, semejante á los que descienden al sepulcro.   Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti, cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad. No me arrebates á una con los malos, y con los que hacen iniquidad: los cuales hablan paz con sus prójimos, y la maldad está en su corazón.   Dales conforme á su obra, y conforme á la malicia de sus hechos: dales conforme á la obra de sus manos, dales su paga.   Porque no atendieron á las obras de Jehová, ni al hecho de sus manos, derribarálos, y no los edificará.  Bendito Jehová, que oyó la voz de mis ruegos.   Jehová es mi fortaleza y mi escudo: en él esperó mi corazón, y fuí ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.   Jehová es su fuerza, y la fortaleza de las saludes de su ungido.   Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.  Salmos 28

COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.   Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¡cuándo vendré, y pareceré delante de Dios!   Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?   Acordaréme de estas cosas, y derramaré sobre mí mi alma: cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.   ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar por las saludes de su presencia.   Dios mío, mi alma está en mí abatida: acordaréme por tanto de ti desde tierra del Jordán, y de los Hermonitas, desde el monte de Mizhar.  Un abismo llama á otro á la voz de tus canales: todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.  De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción será conmigo, y oración al Dios de mi vida.   Diré á Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?   Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?   ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.  Salmos 42

EN Dios solamente está acallada mi alma: de él viene mi salud.  El solamente es mi fuerte, y mi salud; es mi refugio, no resbalaré mucho.   ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? Pereceréis todos vosotros, caeréis como pared acostada, como cerca ruinosa.   Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; aman la mentira, con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.) 

Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza.   El solamente es mi fuerte y mí salud: es mi refugio, no resbalaré.  En Dios está mi salvación y mi gloria: en Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.  Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón: Dios es nuestro amparo. (Selah.) 

Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón: pesándolos á todos igualmente en la balanza, serán menos que la vanidad.  No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis: si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella.   Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza.  Y de ti, oh Señor, es la misericordia: porque tú pagas á cada uno conforme á su obra. Salmos 62

It is a good thing to give thanks to Yahweh, to sing praises to your name, Most High; to proclaim your loving kindness in the morning, and your faithfulness every night, with the ten-stringed lute, with the harp, and with the melody of the lyre.  For you, Yahweh, have made me glad through your work. I will triumph in the works of your hands.  How great are your works, Yahweh! Your thoughts are very deep.  A senseless man doesn’t know, neither does a fool understand this: though the wicked spring up as the grass, and all the evildoers flourish, they will be destroyed forever.  But you, Yahweh, are on high forever more.  For, behold, your enemies, Yahweh, for, behold, your enemies shall perish. All the evildoers will be scattered.  But you have exalted my horn like that of the wild ox. I am anointed with fresh oil.  My eye has also seen my enemies. My ears have heard of the wicked enemies who rise up against me.  The righteous shall flourish like the palm tree. He will grow like a cedar in Lebanon.  They are planted in Yahweh’s house. They will flourish in our God’s courts.  They will still produce fruit in old age. They will be full of sap and green, to show that Yahweh is upright. He is my rock, and there is no unrighteousness in him.  Psalms 92

LAS misericordias de Jehová cantaré perpetuamente: en generación y generación haré notoria tu verdad con mi boca.   Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los mismos cielos apoyarás tu verdad.  Hice alianza con mi escogido; juré á David mi siervo, diciendo:   Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)  Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh Jehová; tu verdad también en la congregación de los santos.  Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová? ¿quién será semejante á Jehová entre los hijos de los potentados?  Dios terrible en la grande congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están alrededor suyo.  Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿quién como tú? Poderoso eres, Jehová, y tu verdad está en torno de ti.  Tú tienes dominio sobre la bravura de la mar: cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.   Tú quebrantaste á Rahab como á un muerto: con el brazo de tu fortaleza esparciste á tus enemigos.  Tuyos los cielos, tuya también la tierra: el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.   Al aquilón y al austro tú los criaste: Tabor y Hermón cantarán en tu nombre.   Tuyo el brazo con valentía; fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.  Justicia y juicio son el asiento de tu trono: misericordia y verdad van delante de tu rostro.   Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte: andarán, oh Jehová, á la luz de tu rostro.   En tu nombre se alegrarán todo el día; y en tu justicia serán ensalzados.   Porque tú eres la gloria de su fortaleza; y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.  Porque Jehová es nuestro escudo; y nuestro rey es el Santo de Israel.  Entonces hablaste en visión á tu santo, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo.   Hallé á David mi siervo; ungílo con el aceite de mi santidad.   Mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará.   No lo avasallará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará.   Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos, y heriré á sus aborrecedores.   Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno.   Asimismo pondré su mano en la mar, y en los ríos su diestra.   El me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud.  Salmos 89:1-26

Mi Dios, Mi Roca!

JEHOVÁ, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate.   Ensálzate, oh Juez de la tierra: da el pago á los soberbios. ¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?   ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?   A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, y á tu heredad afligen. A la viuda y al extanjero matan, y á los huérfanos quitan la vida.  Y dijeron: No verá JAH, ni entenderá el Dios de Jacob.   Entended, necios del pueblo; y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios? El que plantó el oído, ¿no oirá? el que formó el ojo, ¿no verá?  El que castiga las gentes, ¿no reprenderá? ¿no sabrá el que enseña al hombre la ciencia?   Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.   Bienaventurado el hombre á quien tú, JAH, castigares, y en tu ley lo instruyeres; Para tranquilizarle en los días de aflicción, en tanto que para el impío se cava el hoyo.   Porque no dejará Jehová su pueblo, ni desamparará su heredad;   Sino que el juicio será vuelto á justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.   ¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿quién estará por mí contra los que obran iniquidad?  Si no me ayudara Jehová, presto morara mi alma en el silencio. Cuando yo decía: Mi pie resbala: tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.   En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.   ¿Juntaráse contigo el trono de iniquidades, que forma agravio en el mandamiento? Pónense en corros contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. Mas Jehová me ha sido por refugio; y mi Dios por roca de mi confianza.  Y él hará tornar sobre ellos su iniquidad, y los destruirá por su propia maldad; los talará Jehová nuestro Dios. Salmos 94

AMARTE he, oh Jehová, fortaleza mía.   Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.   Invocaré á Jehová, digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.  Cercáronme dolores de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.

Dolores del sepulcro me rodearon, previniéronme lazos de muerte.   En mi angustia invoqué á Jehová, y clamé á mi Dios: él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, á sus oídos. ierra fué conmovida y tembló; y moviéronse los fundamentos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó él.  Humo subió de su nariz, y de su boca consumidor fuego; carbones fueron por él encendidos. Y bajó los cielos, y descendió; y oscuridad debajo de sus pies.  Y cabalgó sobre un querubín, y voló: voló sobre las alas del viento.  Puso tinieblas por escondedero suyo, su pabellón en derredor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos.   Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones ardientes.   Y tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dió su voz; granizo y carbones de fuego.  Y envió sus saetas, y desbaratólos; y echó relámpagos, y los destruyó.  Y aparecieron las honduras de las aguas, y descubriéronse los cimientos del mundo, á tu reprensión, oh Jehová, por el soplo del viento de tu nariz.   Envió desde lo alto; tomóme, sacóme de las muchas aguas.   Libróme de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, aunque eran ellos más fuertes que yo. Asaltáronme en el día de mi quebranto: mas Jehová fué mi apoyo. Y sacóme á anchura: libróme, porque se agradó de mí.   Hame pagado Jehová conforme á mi justicia: conforme á la limpieza de mis manos me ha vuelto. Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios.  Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos.   Y fuí íntegro para con él, y cauteléme de mi maldad. Pagóme pues Jehová conforme á mi justicia; conforme á la limpieza de mis manos delante de sus ojos. Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro.   Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso.  Y tú salvarás al pueblo humilde, y humillarás los ojos altivos.  Tú pues alumbrarás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.  Porque contigo desharé ejércitos; y con mi Dios asaltaré muros. 

Dios, perfecto su camino: es acendrada la palabra de Jehová: escudo es á todos los que en él esperan.   Porque ¿qué Dios hay fuera de Jehová? ¿y qué fuerte fuera de nuestro Dios?   Dios es el que me ciñe de fuerza, é hizo perfecto mi camino;  Quien pone mis pies como pies de ciervas, é hízome estar sobre mis alturas;   Quien enseña mis manos para la batalla, y será quebrado con mis brazos el arco de acero.   Dísteme asimismo el escudo de tu salud: y tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha acrecentado.   Ensanchaste mis pasos debajo de mí, y no titubearon mis rodillas.  Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, y no volví hasta acabarlos.   Helos herido, y no podrán levantarse: cayeron debajo de mis pies.  Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.   Y dísteme la cerviz de mis enemigos, y destruí á los que me aborrecían.  Clamaron, y no hubo quien salvase: aun á Jehová, mas no los oyó.  Y molílos como polvo delante del viento; esparcílos como lodo de las calles.   Librásteme de contiendas de pueblo: pusísteme por cabecera de gentes: pueblo que yo no conocía, me sirvió.  Así que hubo oído, me obedeció; los hijos de extraños me mintieron;   Los extraños flaquearon, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.   Viva Jehová, y sea bendita mi roca; y ensalzado sea el Dios de mi salud:  El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos á mí.  Mi libertador de mis enemigos: hicísteme también superior de mis adversarios; librásteme de varón violento.  Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová, y cantaré á tu nombre.  El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia á su ungido, á David y á su simiente, para siempre.
Salmos 18

La principal piedra del ángulo

Díceles Jesús: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, ésta fué hecha por cabeza de esquina: por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos?   Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado á gente que haga los frutos de él.  Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.  Mateo 21:42-44

Abridme las puertas de la justicia: entraré por ellas, alabaré á JAH.   Esta puerta de Jehová, por ella entrarán los justos.   Te alabaré, porque me has oído, y me fuiste por salud. La piedra que desecharon los edificadores, ha venido á ser cabeza del ángulo.   De parte de Jehová es esto: es maravilla en nuestros ojos.  Salmos 118:19-23

La palabra pues de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, y enlazados, y presos.   Por tanto, varones burladores, que estáis enseñoreados sobre este pueblo que está en Jerusalem, oid la palabra de Jehová.   Porque habéis dicho: Concierto tenemos hecho con la muerte, é hicimos acuerdo con la sepultura; cuando pasare el turbión del azote , no llegará á nosotros, pues que hemos puesto nuestra acogida en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos:  Por tanto, el Señor Jehová dice así: He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento estable: el que creyere, no se apresure.  Y ajustaré el juicio á cordel, y á nivel la justicia; y granizo barrerá la acogida de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. Isaías 28:13-17

JEHOVÁ es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?   Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque se asiente campo contra mí, no temerá mi corazón: aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.  Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.   Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; ocultaráme en lo reservado de su pabellón; pondráme en alto sobre una roca.  Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: cantaré y salmearé á Jehová. Salmos 27:1-6

Y viniendo Jesús á las partes de Cesarea de Filipo, preguntó á sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?  Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, Jeremías, ó alguno de los profetas.   El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.  Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos. Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.  Y á ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.  Entonces mandó á sus discípulos que á nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.  Mateo 16:13-20

Mas él mirándolos , dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que condenaron los edificadores, ésta fué por cabeza de esquina?   Cualquiera que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzará.  Lucas 20:17-18

Y haciéndolos presentar en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, ó en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?  Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y ancianos de Israel:   Pues que somos hoy demandados acerca del beneficio hecho á un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,   Sea notorio á todos vosotros, y á todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y Dios le resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.   Este es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es puesta por cabeza del ángulo.  Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos. Hechos  4:7-12

Que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino juntamente ciudadanos con los santos, y domésticos de Dios;  Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo;   En el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un templo santo en el Señor:   En el cual vosotros también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu.  Efesios 2:18-22

DEJANDO pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones,   Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud:  Si empero habéis gustado que el Señor es benigno;  Al cual allegándoos, piedra viva, reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios, preciosa,  Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesucristo.   Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en ella, no será confundido.  Ella es pues honor á vosotros que creéis: mas para los desobedientes, la piedra que los edificadores reprobaron, ésta fué hecha la cabeza del ángulo;  Y Piedra de tropiezo, y roca de escándalo á aquellos que tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; para lo cual fueron también ordenados.  Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable:  Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis alcanzado misericordia.  I Pedro 2:1-10